Prepararte bien es la clave…
Como chef o cocinero, la entrevista de trabajo es una experiencia que enfrentarás muchas veces en tu vida profesional, especialmente si decides desarrollarte en distintas compañías o incluso en diferentes países. Prepararte bien para una entrevista no solo es crucial para obtener el puesto, sino que te permite demostrar tu potencial y actitud frente a los desafíos laborales.
Es probable que durante la entrevista recibas preguntas técnicas e incluso se te apliquen pruebas de habilidad. Sin embargo, también te enfrentarás a preguntas sobre tu carácter y filosofía de vida, las cuales pueden determinar el éxito o el fracaso de tu entrevista. Aquí te comparto algunos aspectos clave para prepararte:
¿Cómo presentarte?
- Llega temprano: Arribar al lugar al menos 15 minutos antes de la entrevista demuestra puntualidad y organización, cualidades que los empleadores valoran mucho.
- Cuida tu imagen: La vestimenta es importante, incluso si el puesto parece básico. Una camisa bien planchada, zapatos pulidos y pantalones limpios hablan de tu interés en la posición y del respeto hacia el trabajo que buscas.
- Proyecta seguridad: Mantén una buena postura, muestra buenos modales y ofrece una sonrisa sincera cuando sea posible. La primera impresión es crucial, y verte profesional te ayudará a iniciar con el pie derecho.
¿Cómo responder a: “Háblame de ti” o “¿Te puedes presentar?”
Para responder a esta pregunta, enfócate en los siguientes elementos clave:
- Habilidades y cualidades: Describe tus fortalezas de manera clara y breve.
- Experiencia o calificaciones relevantes: Menciona cualquier experiencia o formación aplicable al puesto.
- Logros importantes: Resalta algún logro que hable bien de ti como profesional y como persona.
- Tipo de persona que eres: Da una idea de tu carácter y ética laboral.
Ejemplo de respuesta:
“Gracias por la oportunidad de aplicar a esta posición. He analizado el perfil que buscan y considero que tengo las habilidades necesarias para desempeñarlo de manera óptima. Soy una persona que aprende rápidamente y tiene una capacidad probada para resolver problemas. En mi último empleo, mi jefe reconoció mi contribución para mejorar la experiencia del cliente al aumentar la eficiencia y calidad de nuestro departamento. Me esfuerzo por ser un ejemplo positivo y soy una persona responsable. Si me contratan, estoy seguro de que verán un retorno significativo en su inversión en mi perfil.”
¿Cuál es tu mayor debilidad?
Al responder esta pregunta, se recomienda una estructura que demuestre autoconsciencia y capacidad para mejorar:
- Expón una cualidad positiva.
- Reconoce cómo podría afectar de manera negativa.
- Explica cómo trabajas para superarla.
- Describe el resultado positivo de tu enfoque.
Ejemplo de respuesta:
“Tengo altos estándares de calidad, lo que me impulsa a dar lo mejor de mí. Sin embargo, reconozco que no todas las personas comparten este nivel de exigencia, lo cual a veces puede ser frustrante. Para evitar que esto se convierta en un problema, mantengo una comunicación abierta y colaborativa con mis compañeros, lo cual ha dado buenos resultados. Esto me ha ayudado a alcanzar los objetivos de equipo sin comprometer mis estándares ni la armonía del grupo.”
Este enfoque te ayudará a navegar la entrevista de forma profesional y segura, destacando tu carácter y tus fortalezas, mientras muestras disposición para mejorar continuamente. Prepárate, confía en tus habilidades y recuerda que cada entrevista es una oportunidad para aprender y crecer.
¿Cuáles son tus fortalezas? O ¿Por qué deberíamos contratarte?
«Mis principales fortalezas incluyen mi capacidad para adaptarme rápidamente a entornos de trabajo cambiantes y mi habilidad para trabajar de forma colaborativa, liderando equipos hacia el cumplimiento de objetivos de forma eficiente. Soy una persona orientada a los resultados, con un enfoque constante en la calidad y en mejorar los procesos. Además, me considero un comunicador efectivo, lo cual me ayuda a resolver conflictos y optimizar la dinámica dentro del equipo. Creo que puedo aportar valor a la empresa no solo con mis habilidades técnicas, sino también con mi compromiso y dedicación a largo plazo.»
¿Cuál es tu expectativa salarial?
«Mi expectativa es recibir una compensación justa y competitiva en relación con las demandas y el valor que aportaré a su equipo. Creo que, al comprender más en profundidad las responsabilidades específicas del rol y cómo podría contribuir al éxito del equipo, estaré en una mejor posición para hablar de cifras concretas. También valoro profundamente las oportunidades de desarrollo profesional que la empresa pueda ofrecer como parte integral de la compensación.»
Este enfoque evita mencionar un monto, muestra flexibilidad y refuerza tu interés en el crecimiento profesional, lo cual muchas empresas aprecian.
¿Dónde te ves en 5 años?
«En cinco años, me veo habiendo avanzado dentro de la empresa, idealmente en un rol que me permita tener un mayor impacto en los proyectos estratégicos y en el liderazgo del equipo. Mi objetivo es seguir creciendo profesionalmente y adquirir nuevas habilidades que me permitan agregar aún más valor a la organización. Me gusta planificar y establecer metas a largo plazo, y estoy comprometido a aportar mi experiencia y aprendizaje para contribuir al éxito de la empresa en ese camino.»
¿Por qué dejaste tu último trabajo?
«Decidí dejar mi último trabajo porque sentí que ya había alcanzado todos los objetivos y aprendizajes que ese rol podía ofrecerme. Estaba en un punto en el que buscaba nuevos desafíos y una oportunidad de seguir desarrollando mis habilidades en un entorno que pudiera ofrecerme más crecimiento y retos significativos. Aprecio mucho lo que aprendí y el impacto que pude tener en esa empresa, y ahora estoy listo para aplicar esa experiencia en una nueva posición.»
¿Por qué quieres dejar tu trabajo actual?
«Aprecio mucho las oportunidades de crecimiento y el aprendizaje que me ha dado mi posición actual, pero siento que he llegado a un punto en el que necesito un cambio que me permita seguir desarrollándome profesionalmente. Estoy buscando una organización que esté alineada con mis valores y objetivos a largo plazo, donde pueda aportar y al mismo tiempo enfrentar nuevos desafíos. Creo que un cambio me permitirá ser más efectivo y agregar mayor valor en un entorno que esté mejor alineado con mis aspiraciones profesionales.»
¿Cómo manejas el estrés?
«Manejo el estrés mediante una planificación eficaz y priorización de tareas, lo cual me permite mantenerme enfocado en los objetivos clave sin sentirme abrumado. Cuando enfrento situaciones de alta presión, procuro descomponer las tareas en partes manejables y establecer plazos razonables para cumplirlas. Además, mantengo una actitud positiva y busco mantener una buena comunicación con mi equipo, para asegurar que todos estén alineados y podamos apoyarnos mutuamente. Practico hábitos saludables, como el ejercicio regular y la meditación, para mantener un equilibrio entre trabajo y vida personal, lo cual considero fundamental para gestionar el estrés de manera efectiva.»
Estas respuestas reflejan profesionalismo y una visión a largo plazo, lo cual suele ser bien recibido en procesos de selección, especialmente en grandes compañías donde se valoran tanto las habilidades técnicas como el ajuste cultural del candidato.
Y por último…
Creo que está de sobra, pero por favor prepárate en el aspecto técnico. Es increíble cómo a veces olvidamos los básicos con el paso del tiempo. Así que no olvides prepararte para preguntas un poco más técnicas, como:
- ¿Cuáles son las salsas madre? La descripción de estas salsas.
- Cuestiones de salubridad e higiene, como ¿cuál es la “zona de riesgo” en términos de temperatura?
También prepárate para las pruebas prácticas de aptitud, pues es muy posible que te hagan una prueba de este tipo, en la que posiblemente te pidan que prepares tu especialidad. Asegúrate de que cuenten con los ingredientes o bien entrega un listado claro y bien organizado de lo que vas a necesitar. Prepárate también para enfrentarte a una “canasta sorpresa” y cocinar con lo que se te ofrezca.
Y así es mi querido e inexistente lector, te deseo la mejor de las suertes y recuerda que para una entrevista hay que prepararse bien. Ya lo dijo Winston Churchill: “El que falla en planear, está planeando fallar”.