En respuesta a un buen amigo que me pidió una recomendación para un menú en esta fecha. Todo esto fue un diálogo a través de whatsapp y refleja una opinión mía que no es más que eso: una opinión, y expresada a través de una charla casual.
Mi estimado Amigo.
Perdona la tardanza con mi respuesta pero no te quería contestar de forma arrebatada. Te comento que no tengo un menú propiamente con platillos especiales de San Valentín, pero mi tendencia es ir sobre propuestas frescas. Para iniciar, algo así cómo una ensalada con toques frutales y/o una vinagreta dulce, y ya si nos ponemos más exquisitos, nada le gana a unos ostiones y un vino espumoso.

Para el plato fuerte podemos también jugar con mariscos y pescados, de preferencia cocinados con una técnica delicada, se valen cosas cómo los mejillones u otros mariscos cocinados con vino blanco o Champagne -mejillones, camarones, un salmón, una langosta, un filete de pescado o incluso una pechuga de pollo-, en definitiva, me decanto por las carnes blancas para estas ocasiones.
La idea detrás de todo esto es que sea una cena que incite al romance y que después puedas hacer cosas más románticas (no me hagas entrar en detalles) y por lo mismo vamos a evitar cosas extremadamente especiadas, picantes o pesadas. No creo que se te antoje recibir unos besitos con sabor a camarones al mojo de ajo o a pescado zarandeado, ¿verdad?, y tampoco creo que estarías en tu mejor momento romántico para un buen desempeño en la alcoba tras zamparte medio kilo de carnitas con sus respectivas tortillas y salsas. ¿Cierto?.


Con los postres nos podemos permitir ser más liberales, no por nada al chocolate se le considera un afrodisiaco y una manera excelente de terminar una cena, pero aquí lo que hemos de cuidar también son las cantidades, es mejor disfrutar de unas fresas con chocolate (puntos extras si son a manera de fondue para dos) o de una rebanada discreta de alguna tarta, que de una enorme rebanada de pastel o pie de queso… porque en ese caso vamos a caer en una sensación parecida a la provocada por las carnitas antes mencionadas y sufrir del temible “mal del puerco”… o el del jabalí, que se dice que es el mismo pero aún más salvaje, y cuando se espera una buena faena de tu parte, ese padecimiento no contribuye mucho a tu causa.
Y de beber, creo que el vino espumoso es una gran opción, o si el presupuesto lo permite, el Champagne es lo ideal, aunque para serte franco, yo soy un hombre de tintos y esa sería mi elección… sí, a pesar de que sugiero carnes blancas creo que hay un tinto para cada ocasión.
Está la escuela que dice muy acertadamente qué los vinos blancos son para las aves, pescados y mariscos… y los tintos para las personas. Yo pertenezco a esa escuela.
Por otra parte, el día de San Valentín, también lo llamamos en México día del amor y de la amistad y si en este caso lo que celebras es amistad pura y dura, o bien, te tienen Friend-zoneado ( perdona el anglicismo pero todos sabemos que quiere decir que te quieren sólo cómo amigo) sin dudarlo ve por las carnitas, el pescado zarandeado, o un tomahawk y remátalos con una enorme rebanada de pastel porque de romance y hazañas tras la cena… ni hablamos.
Feliz San Valentín.

Buenas noches y no olvides seguirme en Youtube 😉 “Chef Luis Jiménez”.

